El TDAH o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es uno de los problemas más frecuentes durante la edad escolar, y puede afectar entre 4 y el 7% de los niños en edad escolar y hasta el 3-5% de los adolescentes.
El trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), es un trastorno que se inicia en la infancia y se caracteriza por dificultades para mantener la atención, hiperactividad o exceso de movimiento e impulsividad o dificultades en el control de los impulsos.
Podemos encontrarnos con 3 subtipos del TDAH, según la presentación del síntoma predominante que manifieste el niño:
- 1. Tipo con predominio del déficit de atención.
- 2. Tipo con predominio de la impulsividad-hiperactividad.
- 3. Tipo combinado, donde predominan tanto síntomas de desatención como de impulsividad-hiperactividad.
Al observar la conducta de un niño hiperactivo destacan las siguientes características:
- Son muy distraídos y no escuchan cuando se les habla.
- Tienen dificultades para esperar que les toque el turno si participan en actividades con otros niños.
- No son capaces de mantenerse jugando el mismo tiempo que los compañeros de su misma edad; se cansan y quieren empezar juegos nuevos.
- Es muy corriente que no obedezcan las órdenes o que no hagan las tareas que se les pide.
- La mayoría de niños hiperactivos tienen dificultades en el aprendizaje, obtienen un bajo rendimiento escolar, son torpes para escribir o dibujar, y tienen dificultad para memorizar y generalizar la información.
- Actúan de forma inmediata sin pensar en las consecuencias, están inquietos con las manos y los pies. Siempre están en continuo movimiento.
Es importante tener en cuenta que un niño que manifiesta esta conducta no lo hace con intencionalidad, y que si no rinde en el colegio no es por vaguería o desgana sino por su dificultad por mantener la atención.
La detección precoz, así como un diagnóstico e intervención adecuados, serán fundamentales para la prevención o manejo de los problemas asociados al trastorno, determinando en gran medida la evolución del mismo.
Durante las sesiones de la terapia psicológica se trabajará con la familia donde jugará un papel fundamental, a la hora de establecer hábitos y normas que ayuden al niño a tener un ambiente lo más estable posible. En las sesiones se realizara un trabajo en todos los ámbitos de la vida del niño para obtener la mayor normalización en su vida cotidiana.